En tiempos donde las inundaciones afectan a nuestro territorio surge siempre la interrogante sobre alternativas o formas de adaptación adecuadas para evitar daños y pérdidas. Los camellones son un recurso de origen ancestral para evitar la pérdida del cultivo a partir del drenaje del exceso de agua. Actualmente en algunos lugares del Beni se están implementando camellones adaptados para drenar, almacenar agua, para salvar al ganado y mantenerlo con un peso estable. A continuación un artículo de la FAO explica más del proyecto que están desarrollando.
[FAO, Bolivia 02/03/2015]
Los camellones tienen origen precolombino; se cree que son producto de un estadio avanzado de las culturas antiguas buscando responder a las inundaciones y a los periodos secos. En el Beni se encuentran camellones de formato variado, como una respuesta tecnológica a los cambios de clima que caracterizan a la región. Son parte integral del proceso de adaptación al ecosistema dadas las necesidades humanas.
Arqueológicamente, se ha establecido que los camellones son básicamente sistemas de drenaje que son más útiles para resolver el exceso de agua a causa de las lluvias. Sin embargo, actualmente se los ha adaptado a los tiempos modernos a través de la construcción de pequeños diques circundantes que permiten crear grandes reservorios de agua, además de mantener sus formatos elevados para así poder estar por encima de los niveles de agua. La doble función como mecanismo de acopio de agua para el tiempo seco y de locación de altura para el tiempo de inundación, ha convertido a los camellones en útiles herramientas de adaptación y gestión territorial frente a escenarios de cambio climático.
Oscar Saavedra, Director de la organización no Gubernamental “Amazonía Sostenible” nos relata su experiencia de investigación e implementación de lomas o camellones y su sinergia de trabajo para complementar y modificar procedimientos que aumenten la eficiencia de las lomas, con el equipo técnico de la Unidad de Emergencias y Gestión de Riesgo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Bolivia. “Los camellones fueron desarrollados como una lógica moderna, primero ante dudas sobre si esta tecnología serviría o no como respuesta a las constantes inundaciones y sequias observadas en la actualidad; o sobre si podrían o no ser una respuesta que guie y solucione los mencionados problemas en el Beni. Definitivamente hoy el avance, la practicidad y la expansión que está teniendo este tema, muestra que sí son una respuesta. Este es el origen de los camellones, pensando en la comprensión del pasado como una respuesta para el presente”.
En este sentido, se buscó crear una respuesta efectiva de gran utilidad e impacto para el sector agropecuario y que además sirva de ejemplo para las tareas de adaptación. Es así que la FAO, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en coordinación con Amazonia Sostenible; a través de un proyecto conjunto para fortalecer la seguridad humana en comunidades indígenas, han llevado a la realidad la construcción de lomas o camellones, estrictamente pensados para resolver el problema pecuario en este caso. El proyecto aportó también con una serie de elementos muy importantes como el riego, el manejo del suelo, el manejo del agua, la adaptación de estos dos sistemas, inclusión de sistemas de ensilaje y henificado para poder acopiar y conservar alimentos, sobre todo en momentos de crisis; todos ellos con la visión de no solo encontrar soluciones para salvar al ganado sino además poder preservar el peso y las condiciones fisiológicas del mismo, hecho que implica un paso tecnológico muy importante para el Beni.
Los camellones se iniciaron en el periodo 2009-2010 en Santa Ana del Yacuma con la construcción de la primera loma provista de zanjas circundantes estrictamente en la lógica precolombina. En términos de innovación, se desarrolló toda la mecánica constructiva, dado que se pretendía mostrar que con tractores agrícolas, sistemas de carrioles o accesorios sencillos podría responderse a la adversidad, de manera que los municipios y las comunidades también pudieran en el futuro de manera autónoma seguir adelante con este modelo. A partir de esta experiencia, se ha iniciado un proceso de réplica en diversos municipios del Beni como ser San Andrés, San Javier y finalmente San Ignacio de Moxos. Producto de lo anterior, se puede afirmar que la construcción de camellones es un modelo de adaptación perfectamente viable, dadas las condiciones de los municipios y del departamento en general.
La gobernación desde el año pasado, tomando como ejemplo las primeras lomas re diseñadas y adecuadas por la FAO para un contexto de uso sostenible ganadero, ahora ha presupuestado una serie de modelos de camellones para varias comunidades, hecho que sugiere que la construcción de camellones se está convirtiendo gradualmente en una política pública que va a escalar a niveles departamental y nacional.
“Lo más difícil está hecho, la respuesta está en pie, queda ahora maximizar los beneficios para las comunidades; se debe consolidar este modelo de adaptación al cambio climático, pues responde muy bien para el sector ganadero. El Beni tiene este camino y ningún otro” sostiene Saavedra.
FUENTE: https://obccd.org/2015/03/04/camellones-ubicarse-por-encima-de-las-inundaciones-es-justamente-la-solucion/
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