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Propuestas para el Manejo del Agua en Zonas de Ladera



Vista panorámica de San Marcos
Foto: Instituto Cuencas



Antenor Floríndez
Instituto Cuencas, Cajamarca
correo-e: antenorflorindez@yahoo.com

Mirella Gallardo Marticorena
Consultora de medio ambiente y manejo de recursos naturales
correo-e: mirella.gallardo@gmail.com

En el ámbito rural de la sierra peruana la agricultura tiene una enorme importancia social y económica para sus habitantes. Aquí, las condiciones de bienestar y de desarrollo de los pobladores rurales dependen en gran medida de la disponibilidad, calidad y acceso a los recursos naturales, particularmente de la tierra y el agua. Por lo tanto, el buen manejo de estos recursos es de fundamental importancia para la supervivencia de las familias y comunidades y de sus perspectivas de desarrollo sostenible.

Los modelos de desarrollo de la agricultura en el Perú, así como las mayores inversiones en este rubro han sido concebidos principalmente para las condiciones de la costa, cuyas características geográficas y sociales son muy diferentes a las de la sierra. En los distintos niveles de gobierno, cuando se trata la promoción del desarrollo, se piensa poco en las cuencas serranas: las intervenciones son focalizadas y sectoriales, y las políticas para la promoción del desarrollo local son escasas. Esto, tal vez, se debe a que la agricultura tradicional influye poco en los indicadores macroeconómicos, a pesar de cumplir funciones importantes en la provisión de alimentos a las ciudades y que es de donde migra gran cantidad de población hacia las ciudades costeñas y hacia la selva.

La frontera agrícola en las cuencas serranas continúa creciendo hacia las zonas más altas debido al crecimiento poblacional, al aumento de las temperaturas, a la escasez de agua en las partes bajas, invadiendo zonas que tradicionalmente han cumplido la función de retención y almacenamiento del agua de lluvias, contradiciendo así los acuerdos internacionales y estrategias nacionales de adopción de medidas de adaptación al cambio climático.

Aunque los procesos de ordenamiento y gestión del territorio se van implementando a nivel nacional, estos no incluyen todavía la gestión de los recursos naturales: una mejor gestión de las múltiples demandas de agua para los distintos usos y periodos de tiempo a lo largo de toda la cuenca. Este mejor acceso al agua se logrará con una visión de ‘desarrollo hídrico’ del territorio en zonas de ladera (la Figura 1 grafica este concepto integrador).

Dentro de este enfoque, las tecnologías integradas de cosecha de agua constituyen una herramienta valiosa para aumentar la disponibilidad de agua de riego; con ella se da la partida inicial en la carrera para mejorar el valor productivo del predio agrícola y motivar la inversión del productor para ello en conservación de suelos, tecnología, etc. Estas tecnologías de cosecha de agua pueden agruparse en dos niveles:

- las que provocan la infiltración del agua de lluvia en el suelo para recargar el caudal de fuentes permanentes (incremento de la vegetación y medidas agronómicas y mecánicoestructurales como terrazas, zanjas de infiltración, mejoramiento de pastos, etc.)

- los embalses superficiales, reservorios de tamaño variable destinados a captar, almacenar y regular el agua procedente de la escorrentía (escurrimiento de lluvias, manantiales, arroyos, etc.). Las tecnologías de construcción varían enormemente según su complejidad y tamaño.

La propuesta de desarrollo hídrico incluye ambos tipos de tecnologías que, en conjunto, permitirán el manejo de laderas y de la cuenca, respondiendo así a las características del territorio.

Por todas estas razones y buscando eficiencia en el uso del agua para elevar la calidad de vida de los pobladores andinos, es que el Instituto Cuencas inició la implementación de una parte de esta propuesta: los sistemas de riego familiar regulados por microreservorio. En el camino, se invitó a otras instituciones a apoyar esta iniciativa, entre ellas al Programa Desarrollo Rural Sostenible de la Cooperación Técnica Alemana (GTZ). La experiencia que aquí exponemos aborda la cosecha de agua en microrreservorios de localización predial, como último eslabón en la propuesta de Manejo del Agua en Zonas de Ladera.

Sistema de riego predial regulado por microrreservorio: diversificación e intensificación de cultivos en beneficio de las familias campesinas
Las características principales de este sistema son su fácil construcción, su adaptabilidad a la agricultura familiar en zonas de ladera, su potencial para incrementar la seguridad alimentaria y la obtención de ventajas de mercado. Son sistemas de 1.000 a 3.000 metros cúbicos de capacidad, impermeabilizados con arcilla compactada de bajo costo, tanto en la inversión –que oscila entre 9.400 a 12.500 Nuevos Soles o PEN (1 PEN= 0,358397 USD)– como en operación y mantenimiento. Típicamente, el sistema es usado por familias que poseen entre 1,5 y 4 hectáreas agrícolas. Dependiendo de la capacidad del microrreservorio, un sistema consolidado permite el riego complementario de aproximadamente una hectárea de cultivo como mínimo durante los veranillos (periodos breves sin precipitaciones que ocurren en la época de lluvias) en que se realiza la campaña grande y el riego suplementario de aproximadamente un tercio a media hectárea de cultivo, en época de estiaje.


Figura 1. La gestión del agua es parte de la gestión del territorio

Los principales componentes del sistema físico son: área de captación u otra fuente de agua (canal de riego, manantial); canal de aducción para desviar el agua captada al microrreservorio; desarenador; canal de ingreso; microrreservorio; aliviadero; tubería de salida; caja de válvula; línea fija de tubería principal; hidrantes, mangueras y aspersores (Figura 2).

Aparte de las bondades de la propuesta misma, el factor decisivo para su rápida expansión ha sido la existencia de un programa de cooperación entre los municipios y el Instituto Cuencas, al cual las familias han podido adherirse con aportes propios. El Instituto Cuencas ha brindado servicios de asesoramiento, asistencia técnica, capacitación y aporte monetario para combustibles. Los municipios distritales y provinciales han aportado con un elemento clave: la maquinaria para la excavación de los reservorios (ver recuadro). La inversión de la familia ha sido su aporte en mano de obra no calificada y en dinero para la compra de materiales y accesorios para el riego (tubería, aspersores, etc.).

Los beneficios económicos y productivos que se obtienen con los siste mas de riego predial regulados por microreservorio no solamente se visualizan en la mayor diversificación de cultivos, sino también en los rendimientos que se obtienen y en los mejores precios de los productos en periodos de estiaje. Hemos encontrado que, en promedio, este sistema de riego permite generar anualmente un incremento neto de 1.700 Nuevos Soles en el ingreso agrícola de la familia, más del doble de los ingresos que tenían antes del proyecto (113%).


Figura 2. Sistema de riego predial regulado por microrreservorio

Aunque los beneficios sociales incluyen un incremento en la oferta de trabajo para los pobladores y la consiguiente reducción de la migración temporal a otros centros de trabajo (casi 73% menor), aún se encuentra un cuello de botella gravitante constituido por problemas de orden legal e institucional que repercuten sobre las posibilidades de financiamiento. Hasta el momento, el sistema nacional de inversión pública del Estado peruano no permite subsidiar o apoyar acciones en la propiedad privada que no sean de beneficio colectivo. Varios municipios recibieron observaciones al respecto por parte de los órganos de control. El gobierno regional presentó al sistema nacional de inversión pública un proyecto para apoyar la implementación de 1.200 sistemas de riego regulado por microreservorios, pero fue desestimado por el órgano pertinente, precisamente por las mencionadas trabas legales.

Encontramos aquí una inusual situación en donde instituciones públicas locales, provinciales y regionales quieren dar su apoyo decidido, y para ello cuentan con determinadas herramientas, pero por la actual normatividad legal se ven impedidos. En este sentido, es necesario flexibilizar o modificar las políticas en torno al actual sistema de inversión pública, de tal forma que el apoyo del Estado pueda ejecutarse al interior de la propiedad de las familias interesadas. Como se ha hecho con otros programas estatales (‘Techo Propio’, ‘Juntos’, etc.), se requiere una decidida voluntad política para la adopción de un marco normativo y presupuestal que incentive la inversión en los predios privados de los pequeños y medianos productores agrarios.
Figura 3. Diferencia de precio de algunos cultivos entre campaña grande y campaña chica

En el mundo, el 60 % de los alimentos procede de zonas cultivadas al secano (solamente con la lluvia); en Cajamarca, el 80 % de los suelos se maneja en esta condición de dependencia de la variabilidad climática del medio andino (sequías, inundaciones, heladas, granizadas). Los sistemas de riego regulados con embalses prediales disminuyen los efectos de estos indicadores negativos, por lo que vale la pena seguir trabajando esta propuesta en equipo con las instituciones de investigación.

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 “Me convencí de la idea de tener un microrreservorio por la necesidad de agua para sembrar. Ahora tengo dos cosechas al año. El profesor que en aquel tiempo estuvo de alcalde del distrito de Gregorio Pita nos ayudó en las gestiones. Nuestra duda era que el agua se perdiera por filtración. En la práctica, ahora tenemos agua desde el fin del tiempo de lluvias hasta la siguiente temporada. El agua aguanta bien en el reservorio. Siembro papa, manzanilla, zanahoria, alfalfa, trébol y tengo un huerto-vivero”
Sra. Olga Sánchez, agricultora en el caserío de La Manzanilla, Distrito Gregorio Pita, Provincia de San Marcos (septiembre 2009)

“El turno de agua en el canal de riego es de cada 15 días, dos horas por turno. Necesito 15 turnos de riego proveniente del canal para llenar el reservorio. En cambio, con la lluvia el reservorio se llena por completo en tan solo un día, cuando el canal se convierte en un dren y nos trae agua en cantidad. Con esto podemos regar cuando nosotros queremos; la alfalfa la regamos cada ocho días y por eso el cultivo crece mucho más que cuando dependíamos del turno de riego del canal y solamente podíamos regar cada 15 días. Además, con la presión del agua y los aspersores alcanzamos bastante más área de cultivo que antes.”
Sr. Rodolfo Rosario Contreras y su esposa, agricultores del pueblo De Caudal, Distrito de Condebamba (septiembre 2009)

“Si no son las municipalidades quienes prestan la maquinaria, ¿quién lo haría? No hay otros que puedan prestar maquinaria en la zona. Por eso, el apoyo de los municipios es fundamental para poder seguir implementando los microrreservorios en nuestra provincia.”
Ing. Lizardo Iparraguirre, ingeniero municipal de la Provincia de Cajabamba (septiembre 2009)

“Los sistemas de riego con microrreservorios generan fuentes de trabajo, porque permiten cultivos intensivos. Algunos beneficiarios tienen dos o tres personas extras trabajando en algunos periodos del año. Antes, cada lunes teníamos sesenta hasta ochenta personas esperando por trabajo en la plaza de armas; ahora, como municipio nos cuesta conseguir la suficiente mano de obra. Nosotros como gobierno local estamos muy satisfechos por los logros. Así, se mejoran las condiciones de vida de la gente”.
José Marcelo Gamboa, Alcalde del Distrito de Condebamba (septiembre 2009)

“El Estado, a través del sistema de inversión pública, realiza mucho apoyo en lo privado, en cuanto a grandes proyectos. Y entonces, ¿por qué no lo hace en el caso de proyectos para los pequeños?”
Jesús Coronel, Presidente del Gobierno Regional de Cajamarca (octubre 2009)

Fuente original: http://www.leisa-al.org

El agua es la sangre de la tierra


Autor: Alfons Broeks
Correo electronico: alfons.broeks@gmail.com


La cosmovisión andina precolombina considera la Madre Tierra, Pachamama o Allpa Mama como un ser vivo. Defiendo la idea que esta visión se basa en preceptos científicos válidos. El titular es uno de estos preceptos. Orienta directamente la gestión del agua y el rol que debe jugar en las respuestas al Cambio Climático. Esto no significa que la idea tenga hoy la fuerza que nuestra respuesta al cambio climático requiera. El reto es demostrar que conviene trabajar con el agua como sangre de la tierra. Surge una pregunta: ¿Qué relación entre ciencia y sistemas de conocimiento indígena es recomendable?.

Estandar AWS Las Naciones Unidas han definido que pueblo indígena no es algo definible. No obstante, hay consenso que la acumulación histórica de conocimiento y haberlo practicado, haciendo una valiosa cultura, es una característica fundamental de un pueblo indígena. Propongo una definición simple de conocimiento indígena: es simplemente todo lo que poblaciones de carácter indígena saben hoy en día. Por eso es algo ancestral y contemporánea a la vez. Es un patrimonio dinámico más amplio que los conocimientos locales y es importante reconocer esto. No obstante, el conocimiento indígena amplio y el local comparten un empirismo científico con valores espirituales sobre la Naturaleza y un profundo conocimiento de la ecología local. La pobreza ha hecho que parte de eso se ha debilitado o desaparecido. Los espacios de desarrollo, las fuentes históricas de conocimiento indígena, sus mitos y sus hechos, los líderes intelectuales, espirituales y todos los estudiosos, hombres y mujeres, que promueven la cosmovisión andina precolombina como conocimiento indígena trascienden el espacio local. Los sistemas locales están invitados siempre de conectarse al sistema supralocal de conocimiento indígena. 

El empirismo y los preceptos de cosmovisión, construyen un acercamiento al mundo mediante una relación afirmativa entre el humano y la Naturaleza, como entre un niño / niña y su Mamá. En sentido muy abstracto, nace de sabidurías heredadas que entendían que la vida no nace de la materia, sino la materia es generada por la vida. Y la vida orgánica representa diferentes grados de manifestación de la vida: la humana siente, reacciona, recuerda y proyecta, la animal siente, reacciona y recuerda, la vegetal siente y reacciona, la mineral solo siente. A groso modo. 

Es la esencia de procesos evolutivos complejos. Esto lo diferencia de la ciencia, que cree mucho en la palabra y tiene un culto a la duda científica, nacida entre otras de la lucha por la libertad ideológica y filosófica, que era y sigue siendo una necesidad en las culturas boreales dominantes. El balance entre lo empírico y teórico es distinto entre los dos sistemas cognitivos. Tal vez la ciencia no reconozca, que el empirismo andino es sumamente inteligente por haberse formado en la enorme variabilidad y diversidad del medio y contiene el seguro que elimina el riesgo de asfixia intelectual que el predominio de una idea sobre la Madre Tierra podría hacernos suponer. La Madre Tierra no impide la abstracción científica, ni la interacción con otros sistemas de conocimiento. No hay contradicción, hay sistemas cognitivos diferentes. Defiendo la idea que la interacción entre ciencia y conocimiento indígena tiene que caminar con dos piernas: la pierna del contraste y la pierna de la complementariedad. 

El contraste es necesario para respetar las innegables diferencias de cosmovisión. La complementariedad es necesario para el intercambio de información y métodos que ambos produzcan y utilizan. No hay argumento alguno para impedir el intercambio de información y métodos, según se considere útil. Tampoco es censurable que personas se desarrollen en ambos (u otros) sistemas de conocimiento. Pero tampoco sería necesario hacer eso para avanzar y crecer. El intercambio es realizable en los puentes que se construyan entre ambos.

 Este discurso parece ser teórico, tal vez algunos colegas suspiren y surja por eso la pregunta: ¿Necesitamos más teoría o debemos dedicarnos a la práctica? 
Mucha gente ya dio la respuesta. Dando algunos ejemplos, porque la lista es significativamente más larga: riego tecnificado en costa y sierra; rehabilitación de waru waru; construcción de reservorios familiares y comunitarios para uso integrado o separado de riego y agua de consumo; rehabilitación de terrazas para la captación y uso eficiente de agua; rescate de tecnologías precolombinas diversas para captación, conservación, uso, manejo de agua; incorporación de infraestructura y gestión campesina en los sistemas hídricos de pequeñas y medianas centrales hidro-eléctricas andinas; el sinnúmero de actividades de agricultura ecológica, orgánica y otros enfoques que apuntan a recuperar la calidad de la tierra para retener mejor el agua y producir lo óptimo; el desarrollo de energía de fuentes renovables. Comprendo a los hacedores contestando: NO. Ellos hablan menos y simplemente devuelven la sangre a la tierra en lugares donde perdió el equilibrio hídrico o dotan de sangre donde existan condiciones para mejorar la confluencia de las fuerzas vitales. Incrementando el factor agua, crean manifestación de la vida. Esto les permite replicar y profundizar empíricamente los conocimientos acerca kausay (vida, haca) y las kallpakuna (fuerzas, ch’amanaka): allpa (tierra, lakka), unu o yaku (agua, uma), wayra (aire, thaya), nina (fuego, nina). La formación ingenieril hace responsable y apunta inmediatamente algunas propuestas tecnológicas y legales en la agenda contemporánea: 

Carreteras con huella hídrica cero o positiva. Hoy en día las carreteras están mal diseñadas y ejecutadas. Impiden la circulación óptima de la sangre a todas las células del cuerpo de la Madre de Tierra. Todos sabemos que la cuenca tiene una resistencia que regula el flujo desde la precipitación hacia el mar o altiplano interandino. Las carreteras reducen la resistencia hidráulica, incrementan el flujo superficial y erosivo en los pocos meses que llueve, reducen la infiltración, causan un nivel de desertificación, notorio en la estación seca. La escasa red hidrométrica lo afirma después de 30 años de mediciones, pero los efectos locales son inmediatos y negativos. Desequilibran humedales locales. Solución: gastar algo más, aplicar principios de ingeniería civil inca a las carreteras, hacer que cosechen agua y conserven los preciosos suelos, como Ley. Requisito legal y técnica de recompensación hídrica ex-ante de todo proyecto minero. La tierra en su lugar es el principal reservorio de agua dulce. La tierra es como carne muscular que requiere sangre circulante para ser vivo. Antes de explotar, mínimamente el doble del aprox. 30% de volumen de tierra que se va remover debe almacenarse como agua en lagunas (semi-) naturales en altura. Una proporción menor a 50% será manejada por la mina en sistemas hídricas cerradas. La otra proporción se debe destinar a los sistemas ecológicos y agropecuarios en la zona. La minería debe ser de mucho menor escala en zonas frágiles de montaña y debe inscribirse en los planes de desarrollo agropecuario, ecológico y turístico de largo plazo y no al revés. Obviemos la mentira tendida que los ecologistas serían antimineros por principio. Algunos lo son, pero por empirismo. Los pasivos ambientales son recuerdos que duran. Reitero mi posición que las principales dificultades, generalmente superables, de la minería son: desconexión del saber precolombino minero, falta de planificación seria dentro de planes territoriales concertados, no incluir la inclusión de mitigación ambiental y social total desde el inicio, el manejo irresponsable de cobertura vegetal, suelos y la excesiva escala de ciertos proyectos mineros. Revolución de los sistemas de saneamiento básico. No tiene sentido contaminar el agua para luego gastar en purificarlo. Las ciudades precolombinas no tenían alcantarillado para aguas servidas. No lo necesitaban. No había aguas servidas. El agua era una fuerza divina que no se contaminaba. Solo había drenes para exceso de agua, que se purificaba in situ por la tierra, como filtro natural. Toda agua usada se devolvía a la tierra, aplicando cal si fuese conveniente. Es la manera de articular la huella hídrica a la huella carbónica. Propuesta : en 25 años prohibición total del uso del agua como botadero de basura y material orgánico. Toda basura reciclado, todo material orgánica (mercados, domicilios, etc.) transformado en abono para regenerar suelos que fijan CO2 y producen calidad de vida. Hoteles en Singapur ya ensayan con el baño seco en escala. ¿Necesitamos cambio de paradigma para mitigar el Calentamiento Global? Claro que no. En cualquier paradigma existe el Calentamiento Global. La ciencia ha comprobado que hay un factor humano del calentamiento global, causante del incremento de gases invernadero (CO2 y otros), básicamente por combustión de hidrocarburos fósiles y cambios en el uso de la tierra. 




El Conocimiento Indígena no lo niega, ve los nevados derritiéndose además, quizá lo explique con sabidurías diferentes. Estando con 50 personas en una habitación pequeña con la calefacción en alta y solo una pequeña ventana de ventilación, de hecho el calentamiento continuará y eso es lo que sucede. No hablemos de reducir emisiones. Las emisiones de CO2 son necesarias y naturales de los sistemas ecológicos. Hablemos con claridad científica, con palabras precisas. Hablemos de reducir la combustión insostenible. La ciencia NO necesita del Conocimiento Indígena ni para reconocer, ni para resolver el Calentamiento Global por Efecto Invernadero, un problema causada por ella misma. La solución es posible y URGENTE: cambiar drásticamente a fuentes energéticas alternativas. Aún así, el efecto invernadero ya causado tendrá aún larga duración, la acidificación de los océanos es muy grave, varias especies no tienen la velocidad de adaptación requerida para los cambios que aún se vendrían dando. Cambiemos ya.

Resolver el otro problema causante del incremento de los GEI; el cambio del uso del suelo, solo es posible mediante una gestión radicalmente distinta del agua y los ecosistemas hídricos. Debemos mantener o incrementar la humedad natural en todo ecosistema y empezar a retener lo que se perdió. Hace décadas que en Europa ya vieron su error y devuelven ríos enteros que fueron canalizados a sus cauces naturales. En el caso del Per, se debe recuperar además de ampliar las lagunas y cochas semi-naturales en las partes altas, medias y bajas como sistema sofisticadamente articulado; concertar con las comunidades la sectorización rotatoria de pastos para que tengan mayor potencial de retención hídrica y productiva; rehabilitar la mayor cantidad posible de terrazas y andenes; convertir en abonos todo material orgánico e integrarlo a los suelos; acondicionar toda carretera para que tengan huella hídrica positiva (cosecha de agua para estación seca) todo esto financiado por la producción misma, el canon minero, el IGV, etc.

¿Necesitamos el Conocimiento Indígena para lograr el proyecto de medio ambiente sostenible? El cambio climático se enfoca con razón en el calentamiento global. Pero la depredación de la tierra nace de un extractivismo vinculado a una contaminación que no se logrará corregir sin un cambio de actitud de fondo. Ese cambio es la convivencia armoniosa consciente del individuo y con la colectividad con la Madre Tierra, el cual requiere del Conocimiento Indígena para convertir esta bonita idea en una práctica de manejo de las fuerzas vitales. Ganas de pensar con las manos y trabajar con el cerebrito. Uso profundamente responsable del Fuego. El manejo se basa en respeto, experimento sistemático, conocimiento de la naturaleza de materia y espíritu, aceptación de la ciclicidad, variabilidad y manejo de la (agro)biodiversidad. Requiere de la articulación de la huella hídrica, carbónica, y más aún agua limpia, porque el agua es la sangre de la Madre de Tierra.


Fuente: http://www.iproga.org.pe/articulos/sangretierra.html

Formalización y regularización del derecho de uso de agua
Necesidad de corregir procedimientos y sensibilizar a los usuarios

Foto: googleada

Por: Dr. Javier Carrasco Aguilar
jcarrascoaguilar@hotmail.com

El cuatro pasado salió el Decreto Supremo N° 007-2015-MINAGRI, mediante el cual fueron establecidos los procedimientos para formalizar y regularizar el uso del agua por aquellos que vienen utilizándola de modo público, pacífico y continuo, sin contar con el derecho respectivo.

● El responsable del cumplimiento de esta norma es —obviamente— la Autoridad Nacional del Agua (ANA), adscrita al MINAGRI.

● Para comprender la importancia de tal proceso, cabe mencionar como ejemplo lo que ocurre en la región política de Ica: de 2,881 pozos existentes en Río Seco-Villacurí, sólo 127 tienen Licencia de Derecho de Uso de Agua. En Lanchas, de 1,087 pozos, únicamente 78 son formales. Y en el valle de Ica, de 2051 pozos, sólo 405 tienen licencia. Algo parecido sucede con las aguas superficiales y subterráneas en varios puntos del país y para diversos usos. Hay un alto grado de informalidad.

● El plazo para acogerse al decreto comentado vencerá el 31 de octubre próximo.

● Dicha norma señala que la formalización rige para quienes usan el agua —superficial o subterránea y en zonas de veda— con una antigüedad mayor a cinco años computados a partir de la vigencia de la Ley N° 29338 o Ley de Recursos Hídricos. Y la regularización, para quienes están utilizando el recurso sin estar comprendidos en el supuesto de antigüedad mayor a los cinco años, al 31 de diciembre del 2014.

● Cabe reiterar que en ambos casos el uso del agua debe haber sido y ser público, pacífico y continuo. Sin embargo, la norma no precisa qué pasará con aquellos que usan el agua desde antes de la vigencia de la Ley de Recursos Hídricos.

● La justificación del Decreto Supremo N° 007-2015-MINAGRI es: “existe un alto número de personas que utilizan el recurso hídrico en actividades de carácter permanente; sin contar con su respectiva licencia de uso de agua, impidiendo de esa manera la gestión adecuada (…)”. Por lo tanto, esta acción “permitirá contar con información actualizada para la planificación”. Además —obviamente— de contribuir al financiamiento de la gestión hídrica.

● Sin embargo, analizada con rigor, la norma es contradictoria con su objeto y la modificación de la Primera Disposición Complementaria Final del Decreto Supremo N° 023-2014-MINAGRI, cuyo tenor dispone que los que se acojan a la formalización o regularización para obtener la licencia de uso de agua lo harán “en un único trámite simplificado y de fácil acceso”. Pues, como es de verse en el texto del D.S.007-2015-MINAGRI, el nuevo procedimiento no sólo es burocrático, sino también poco práctico o engorroso, conforme veremos a continuación:

a) La solicitud se presenta ante la Administración Local del Agua (ALA) correspondiente. Ésta, cumpliendo su función instructiva, implementa algunas acciones específicas (cuando la solicitud de acogimiento es observada). Pero si cumple con todos los requisitos, sea por evaluación del ALA o por opinión calificada del Equipo de Evaluación, se fija plazo para la Verificación Técnica de Campo.

b) Hay un Equipo de Evaluación designado por Resolución Jefatural del ANA y encargado de emitir opinión respecto de las solicitudes de Formalización o Regularización: 1) Cuando son observadas por el ALA. 2) Cuando tienen oposición de terceras personas. Y 3) Cuando no han sido evaluados dentro del plazo (20 días hábiles) por el ALA. Este Equipo y las funciones que se le encargan están fuera del marco institucional previsto en el Reglamento de Organización y Funciones del ANA. Es decir, dicho equipo ocupa un espacio intermedio entre la Administración Local del Agua (ALA) y la Autoridad Administrativa del Agua (AAA), la cual es única con capacidad resolutiva en primera instancia. Pero el equipo no tiene plazo determinado para emitir su opinión. ¿Dónde queda la Dirección de Administración de Recursos Hídricos del ANA?. ¡Cuidado! con la institucionalidad.

c) Las solicitudes con opinión favorable del Equipo de Evaluación son devueltos al ALA, para el trámite de la Verificación Técnica de Campo, previo pago por este concepto en los plazos establecidos: para Formalización, 15 días calendario, y para Regularización: 60 días. Si la opinión del Equipo de Evaluación es desfavorable, es remitida a la AAA para la emisión de la resolución denegatoria. Esta figura duplica funciones con las del ALA. Es burocrática.

d) Ante las solicitudes evaluadas por el ALA, la Autoridad Administrativa del Agua puede realizar sus propias “evaluaciones”, para emitir el informe correspondiente, disponiendo la implementación de medidas correctivas.

e)
Hay un Procedimiento Administrativo Sancionador (escala de multas) sólo para los casos de Regularización. Es decir, “te sanciono para que te regularices”.

f)
El ANA está autorizada para conformar —de modo temporal— salas transitorias del Tribunal Nacional de Resolución de Controversias Hídricas, con el fin de —tratar en última instancia administrativa— las reclamaciones y afines en materia de Formalización y Regularización de licencias de uso de agua. Sin embargo, siendo especiales para tratar casos específicos, dichas salas no tienen plazo para emitir sus pronunciamientos; por lo cual quedan sometidas a los plazos establecidos en el Reglamento del Tribunal (30 días).

● No cabe duda que el Decreto Supremo Nº 007-2015-MINAGRI es una norma que busca sincerar y formalizar el uso de las aguas superficiales y subterráneas, incluso con el fin de tener información completa para la planificación y la gestión de los recursos hídricos. Eso está muy bien. Pero no debe olvidarse que en la gestión pública para fortalecer al Estado es importante preservar la institucionalidad. En consecuencia, la norma comentada tiene que guardar concordancia con la estrategia de intervención 3.3 de la Política y Estrategia Nacional de los Recursos Hídricos.

● Finalmente, si se cuenta con el financiamiento necesario para implementar el proceso, éste —aun con sus deficiencias— es un paso adelante en la implementación de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos. Pero para que sea eficaz no bastará capacitar a los profesionales del ANA, ni aprobar modelos de declaraciones juradas, ni formatos únicos para acopiar los datos que se necesitan; más aun cuando la intervención de una burocracia Ad Hoc y los procesos sancionadores que acompañan al proceso de regularización hacen previsible reacciones típicas de insatisfacción.

● Por lo tanto, resulta urgente corregir las deficiencias señaladas en el Decreto Supremo Nº 007-2015-MINAGRI y sensibilizar e ilustrar a los usuarios, convencerlos y acompañarlos para que se acojan a la norma, si es que realmente se quiere lograr el objetivo final.




Fuente: Revista Agro Noticias



¡Se extinguen nuestro Hielos! y se viene la escasez crónica de agua


Entrevista a:
Dr. Lonnie Thompson, de EE.UU. eminente glaciólogo y climatólogo internacional



Entre desatentos, irresponsables y potencialmente suicidas, los peruanos de hoy aún no queremos darnos cuenta del inminente desastre que nos ronda: la extinción de nuestros glaciares y nevados, cuyos deshielos hoy nos proveen el 70% del agua que requerimos en el largo período de estiaje. Sin embargo, como si no fuese suficiente que en el 2014 la Autoridad Nacional del Agua reportó la desaparición del 43% de esas cruciales formaciones níveas en sólo los 43 años previos, ahora un científico de talla mundial viene a decirnos que este proceso tiende a agudizarse. Se trata del Dr. Lonnie Thompson, glaciólogo, paleoclimatólogo y profesor honorario de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, quien vino a ofrecer una conferencia magistral sobre el tema el 11 pasado en Lima, con motivo de la presentación del naciente Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), y a quien entrevistó —con exclusividad— AGRONOTICIAS, para abrir los ojos de la mayor parte de nuestras autoridades y casi el íntegro de nuestro pueblo. Una virtual guía para saber, reflexionar y actuar pronto en los tres niveles de gobierno:

— ¿Por qué y cuándo se interesó por el tema de los glaciares y nevados, Dr. Thompson?

— Cuando en 1971 llegué a la Universidad Estatal de Ohio (OSU) como alumno de posgrado, mi intención era estudiar la geología del carbón, pensando en que esta opción me aseguraría rápidamente un empleo. Hasta que en mi buzón de correspondencias recibí un aviso sobre la disponibilidad de un puesto de investigación para examinar testigos o núcleos de hielo en el Instituto de Estudios Polares de la OSU (ahora llamado Centro de Investigación “Byrd” de Asuntos Polares y Climáticos). Yo sabía que los glaciares cubrían sólo el 10% del planeta y que mayormente estaban ubicados en lugares donde no vive gente. Así que dudé ante la posibilidad de pasarme la vida mirando sólo hielos. Pero como también sabía que podía graduarme más rápidamente si asumía ese puesto de investigación, lo solicité y lo obtuve. Esa decisión me condujo en última instancia a seguir una carrera de estudio de los hielos. Así, luego de descifrar durante varios años los registros climáticos que se conservan en los primeros testigos de hielo extraídos de Groenlandia y la Antártida, pasé a hacer estudios pioneros de los glaciares en las regiones tropicales y subtropicales del planeta.




ARCHIVOS CONGELADOS


¿Por qué son importantes las formaciones de hielo en el ecosistema global?


— Básicamente, porque los glaciares sirven como registradores naturales del sistema climático pasado. Los archivos son las capas anuales de hielo. Si el glaciar es lo suficientemente alto y gélido, cada archivo permanece congelado en el tiempo, para saber lo que sucedió en el pasado y poner el actual cambio climático en una perspectiva de largo plazo. Asimismo, los glaciares son indicadores del cambio climático. Pues crecen cuando el ambiente se pone más frío y más húmedo, y se reducen cuando el clima se pone más caliente y más seco. Éste es el caso de todos los glaciares del Perú hoy.

¿Qué datos fundamentales proporcionan las formaciones glaciares en torno a la evolución del ecosistema y las actividades humanas?

— Como muchos elementos se encuentran en la atmósfera cuando cae la nieve sobre la superficie, ella los atrapa para “archivarlos” en capas. Gracias a ello, por ejemplo, podemos reconstruir la historia de la temperatura (isótopos estables de oxígeno) y de las lluvias (capas de espesor anual), así como la presencia de sustancias químicas y la formación de polvo en la atmósfera del pasado. Estas mediciones sirven —incluso— para reconstruir la historia de las erupciones volcánicas, el Fenómeno “El Niño”, las sequías y otros fenómenos o procesos ambientales. Igualmente, la medición de ciertos oligoelementos —como el plomo y el mercurio— sirve para determinar el origen y la intensidad de las actividades humanas, como la minería, y el uso de aditivos en los derivados de petróleo, por ejemplo. El hielo también preserva insectos, otros animales y fragmentos de plantas; lo que permite investigar mejor los biosistemas del pasado y aplicar el carbono-14 para determinar las edades de los elementos.



EXPEDICIONES

¿Dónde se encuentran las mayores formaciones glaciares en el mundo?
— En la Antártida y Groenlandia. También existen grandes depósitos de hielo en Alaska y en la meseta tibetana (a menudo referida como “tercer polo”). Dentro de este marco, el Perú se distingue por tener más del 70% de los glaciares tropicales de la tierra: una virtual “mina” para la ciencia.

¿Cuándo y con qué propósito hizo Ud. su primera expedición?

— Cuando empecé mi investigación glaciar en la década de los años 70 y principios de los 80, toda la actividad se daba en las regiones polares. Por eso, cuando solicitamos financiación para estudiar el “Quelccaya” en el Cusco, Perú, nos dijeron que era imposible, porque dicho glaciar no se encuentra al norte del Círculo Polar Ártico o al sur del Círculo Polar Antártico. El escepticismo era enorme.

Anecdótico.

— Sin embargo, con mucho esfuerzo, conseguimos 7,000 dólares para realizar la primera expedición al “Quelccaya”.

— Mi primer objetivo era obtener un testigo de hielo profundo del Perú (que logré en 1983), para interrelacionarlo con los registros paleoclimáticos de los primeros núcleos de hielo de la Antártida y los de Groenlandia, a través de los trópicos, donde está el Perú.

SUEÑOS Y DESVELOS COMPARTIDOS: Dr. Lonnie Thompson, experto internacional en glaciología y paleoclima de Ohio, Estados Unidos; Ing. geológo Benjamín Morales Arnao, Presidente de INAIGEM e Ing. ambiental Eloy Alzamora Morales, Alcalde de Independencia, Huarás tras el lanzamienro del naciente instituto, el 11 último en Lima.

EN EL PERÚ

— Bien. ¿Cuándo visitó Ud. por primera vez al Perú?

— Fue en 1974, recién graduado en el Departamento de Ciencias Geológicas de la OSU. Junto con otras tres personas viajé a Lima y luego a Arequipa, Puno y Sicuani en el Cusco, para escalar y estudiar el “Quelccaya”. Después, durante nueve años hicimos lo mismo, aunque sin perforar completamente al hielo. Así, en 1983 logramos —finalmente—extraer dos testigos de hielo, penetrando hasta la roca madre del “Quelccaya” (168 metros de longitud). Para el efecto, utilizamos —por primera vez en el mundo— un taladro activado con energía solar. Lo obtenido de la capa de hielo del “Quelccaya” fue el primer registro paleoclimático tropical de un glaciar que cubría los últimos 1,500 años.

Sería casi un tesoro para la ciencia. ¿Sí?

— Exacto. Luego seguimos perforando en las regiones de alta montaña del Perú y el mundo. Así, en 1993 obtuvimos dos núcleos de hielo —perforando hasta la roca madre— del “Huascarán” en Ancash, registro climático que cubría los últimos 19.000 años. Luego, igual hicimos en el 2003 —con nuestros colegas peruanos en el “Quelccaya” (Cusco) y también en el nevado “Coropuna” (Arequipa). Nuestro programa de perforación profunda más reciente en el Perú se dio en el 2009, cuando extrajimos dos testigos de hielo —desde la roca madre— del nevado “Hualcán” (Ancash), que miden hasta 195 metros de longitud. Estos son los núcleos más profundos recuperados de los Andes hasta el momento.

¿Con qué instituciones o científicos peruanos ha trabajado Ud. en este proceso?

— Con varios. Empezamos a trabajar con el Instituto Geofísico del Perú en Lima. Luego con el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET), cuando lo dirigía el Ing. Benjamín Morales Arnao, hoy Presidente del INAIGEM. Posteriormente trabajamos —varios años— con Benjamín y el Ing. César Portocarrero en ElectroPerú. Más recientemente, hemos colaborado con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI). También nos hemos beneficiado enormemente con la ayuda de los montañeros peruanos dirigidos por Benjamín Vicencio, con los que tenemos trabajos no sólo en las montañas del Perú, sino también en la Antártida, el “Kilimanjaro” en Tanzania y el “Himalaya” en China.

¿Cuáles son las principales constataciones que Ud. ha logrado en los glaciares y nevados peruanos?

— Los núcleos o testigos de hielo extraídos del “Quelccaya” han dado los más largos registros climáticos anuales resueltos en los trópicos (1.800 años). Y del “Huascarán” procede el núcleo de hielo tropical que cubre la última edad de hielo, hace más de 19.000 años, pero no con todos los registros anuales requeridos. Estos registros han sorprendido no sólo nuestro equipo, sino también al mundo científico en general. Pues, antes de su publicación, nadie creía que esas largas historias podían ser preservadas en los hielos tropicales del Perú. Aunque los núcleos de hielo del “Hualcán” —extraídos en el 2009— son los más largos de Perú, el hielo más antiguo recuperado hasta la fecha es del “Huascarán”.


DESGLACIACIÓN

Muchas gracias, Dr. Thompson. Ahora veamos las principales causas de la desglaciación, porque este proceso es el que más preocupa al Perú.
— El clima de la tierra siempre ha cambiado y, por consiguiente, los glaciares han avanzado y retrocedido en toda la historia planetaria. En los últimos 650.000 años se han producido siete ciclos de avance y retroceso de los glaciares, con un abrupto final en la última edad de hielo, hace unos 11.500 años. Esto marcó el comienzo de la era moderna y el clima propicio para el rápido avance de la civilización humana.

Ajá

— Hay dos mecanismos naturales y no naturales (“forzamientos”) que influyen en el clima de la tierra. Respecto al largo plazo (> 10.000 años), el cambio climático se atribuye a muy pequeñas variaciones en la órbita del planeta, que afectan a la cantidad de energía solar que recibimos. Y en el corto plazo (de años a décadas), los “forzamientos” naturales incluyen —aunque sin limitarse— a la radiación solar, los aerosoles volcánicos en la atmósfera, y la variabilidad interna del sistema acoplado atmósfera-océano (asociada con fenómenos tropicales como “El Niño” y los monzones). También los cambios en la reflectividad (albedo) de la superficie terrestre y el ciclo hidrológico dan lugar a cambios de temperatura de la atmosfera en la superficie del planeta.

¿Y las influencias humanas?

— Los cambios no naturales o antropogénicos en el clima pueden ser causados —entre otros— por las concentraciones de gases con efecto invernadero (CO2, CH4, vapor de agua, etc.) en la atmósfera; por los aerosoles y las partículas de la quema de combustibles fósiles (por ejemplo, sulfatos de carbón), lo que puede causar un enfriamiento atmosférico; y por la quema de biomasa (producción de carbono), que puede causar el calentamiento superficial del planeta.

¿Qué es efecto invernadero, en términos simples? — Es el proceso por el cual la emisión y la absorción de radiación infrarroja por los gases calientan a la atmósfera y la superficie del planeta. Cuando las concentraciones de “gases con efecto invernadero” exceden a los niveles tolerables, generan más calor en la atmósfera inferior. Los científicos especializados del clima —alrededor del 98%— están convencidos de que los recientes aumentos de dichos gases son los principales responsables —aunque no totalmente— del calentamiento actual del planeta; proceso que —obviamente— influye en la desglaciación.


PATÉTICA AGONÍA: Emblemático nevado “Huaytapallana” de Junín, principal fuente hídrica de Huancayo y el valle del Mantaro, extinguiéndose ante un mirador turístico que pronto no tendrá nada que mirar.

INTENSIFICACIÓN

A propósito, ¿más o menos cuándo empezó a hacerse más notable la desglaciación en el mundo?

— Muchos registros climáticos, tanto instrumentales y reconstruidos, muestran que los cambios en los últimos 50 años han sido los más llamativos. En los registros de temperatura globales, 14 de los 15 años más cálidos han ocurrido desde el 2,000.

¿Y en el Perú?

— Habíamos estado monitoreando la capa de hielo del “Quelccaya” desde 1974, pero el primer aviso de la fusión glaciar en la cumbre de aquél lo obtuvimos en 1991. Desde entonces el hielo ha retrocedido y se ha adelgazado dramáticamente. El “Quelccaya” ha perdido ya el 25% de su superficie desde que yo era estudiante de posgrado. Y lo observado en el “Quelccaya” también se está dando en todo el mundo, como reflejo del calentamiento global reciente. En general, la pérdida de hielo se está acelerando no sólo en los glaciares de montaña, sino también en Groenlandia y la Antártida; aunque con ritmos diferentes.

¿Cuáles son los casos más patéticos?

— ¡Ufff!... Hoy el 100% de los glaciares de la cordillera “Brooks” en Alaska y el 98% de los glaciares en el sureste de Alaska están en franco retiro. También en el “Himalaya” y en la meseta tibetana, donde hay más de 36.000 glaciares, el 95% de los menores está disminuyendo. En los Alpes más del 99% de los glaciares se está derritiendo, y se estima que de los 5.000 glaciares de esa cadena, el 50% desaparecerá en los próximos 20 años. En general, casi todos los glaciares tropicales de los que tenemos datos están retrocediendo. Entre éstos están los del Perú.

¿Se da lo contrario?

— Poquísimos glaciares están creciendo. Por ejemplo, en las montañas del “Karakorum” en Pakistán y la India, en parte debido al aumento de las nevadas. Pero son únicamente excepciones.


EXTINCIÓN

— Según el ritmo actual de este proceso, ¿en cuánto tiempo más podrían desaparecer los glaciares y nevados?
— Depende de la ubicación, la altitud y la acumulación de cada glaciar. Los glaciares en las elevaciones más bajas y las áreas más cálidas desaparecerán primero. El resto durará algún tiempo más. Varios glaciares más pequeños del Perú podrían desaparecer durante el actual Fenómeno “El Niño”, sobre todo si éste se intensifica. Y una vez que desaparezca cualquier glaciar, no se regenerará en las actuales condiciones climáticas.



QUÉ HACER


¿Qué sucederá entonces con el ecosistema y la economía de las regiones y los países más afectados?

— Estremece imaginarlo. Muchas poblaciones rurales y urbanas en las regiones montañosas y desérticas dependen del deshielo de los glaciares, sobre todo en la estación seca. Los glaciares son como “seguros de la naturaleza” para el suministro de agua durante el estiaje y los períodos de sequía. Por ejemplo, en el Perú más de la mitad de la población vive a lo largo de la costa árida. Aquí los glaciares andinos proporcionan agua para consumo humano, riego y energía hidroeléctrica. Entonces, si los glaciares se derriten, sería un gran drama para toda la gente, sobre todo para ciudades como Lima.

¿Existe alguna posibilidad científica o tecnológica para salvar a los hielos?

— En algunos casos, la geoingeniería está tratando de disminuir la velocidad del retroceso glaciar, por ejemplo mediante coberturas de aserrín, paja o lonas blancas sobre las masas de hielo, como ha hecho nuestro amigo Benjamín Morales Arnao en dos glaciares de Ancash. Son ensayos interesantes, pero sólo en pequeño. En el marco grande, no son soluciones. El hecho es que muchos de los glaciares tropicales del planeta desaparecerán en los próximos 100 años. Entonces, como seres humanos responsables, debemos procurar el manejo más eficiente posible del agua en todos los frentes y adaptarnos creativamente al entorno cambiante. Esto tenemos que hacerlo hoy, que mañana será tarde.


INAIGEM

Dentro de este contexto, ¿qué opinión le merece la creación del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM) en el Perú?

— Ha sido un gran acierto, incluso para formar profesionales jóvenes en glaciología y sostenibilidad, y asegurarles empleos dignos. En el pasado, la Universidad Estatal de Ohio proporcionó un fondo para capacitar a jóvenes peruanos, como William Tamayo Alegre. Sin embargo, William regresó a Perú y se convirtió en planificador urbano, porque no había trabajo en glaciología. Es determinante que el Perú tenga profesionales especializados para supervisar sus glaciares y estudiar los impactos del cambio climático en los mismos y los ecosistemas de montaña, con el fin de orientar al gobierno y el público en general sobre cómo adaptarse a ese proceso.

¿Cómo debería trabajar —interna y externamente— el INAIGEM para que su papel sea eficaz y eficiente?

— Cumpliendo rigurosamente el papel que le corresponde: investigar y compartir sus resultados. En el plano nacional, los institutos de investigación como el INAIGEM pueden hacer contribuciones invalorables a la conciencia pública y la dación de políticas eficaces, para hacer frente a problemas internos. Y en escala internacional, el INAIGEM puede acceder y aportar a la experiencia global, a la vez de beneficiarse de la cooperación internacional, para resolver problemas —a menudo comunes— entre los diferentes países. Pues ante el cambio climático global, todos compartimos un destino común. Por consiguiente, es fundamental que todos trabajemos juntos para encontrar soluciones compartidas.


CONSEJOS
Por último, Dr. Thompson, ¿qué nos aconsejaría a los peruanos acerca de nuestros nevados y glaciares, considerando —principalmente— que ahí están las grandes reservas de agua dulce que nos proporcionan el 70% de lo que requerimos en el largo período de estiaje (mayo-diciembre)?

— Básicamente, tomar conciencia de esta realidad dramática. Es apremiante adoptar medidas prácticas para prepararse y adaptarse a las consecuencias de la desaparición de los glaciares. Por ejemplo: repensar el precio del suministro de agua en las zonas urbanas, virar hacia una agricultura menos exigente en riego, construir embalses y obras afines en las tierras altas e ir cambiando la principal fuente (hidroeléctrica) de generación de energía. Ciertamente, la energía solar es una gran opción para el Perú, especialmente en el Altiplano seco. Por último, el Perú debería aprender de los conocimientos y experiencias de quienes —por vivir en los Andes— han sabido adaptarse a los cambios ambientales desde hace miles de años-


Fuente Original: Revista Agronoticias

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