Resumen ejecutivo El objetivo general de este trabajo consiste en apoyar un programa de desarrollo de capacidades para la integridad del agua en América Latina. Un mapeo y una breve evaluación de los procesos relacionados con la integridad, transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas (accountability) en el sector del agua proporcionará un punto de entrada al tema, así como la identificación de socios potenciales. El mapeo de los procesos en curso, los actores relevantes y sus capacidades, debe ser visto como un primer paso hacia el desarrollo de un programa de desarrollo de capacidades para la integridad y transparencia en la región.
El informe regional fue realizado a partir de un equipo de autores que escribieron casos a nivel nacional en 8 países de la región:
Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Los casos a nivel nacional presentan una descripción de cómo la integridad, la responsabilidad, la rendición de cuentas (accountability), y la transparencia se están promoviendo en todos los componentes relevantes del sector del agua. Así mismo, los casos también ofrecen un acercamiento a las organizaciones del sector, y otras, que están trabajando activamente las temáticas de integridad y transparencia.
Tanto los casos como el presente informe regional se basan en un enfoque positivo y de oportunidades, procurando identificar los puntos de entrada para el desarrollo de capacidades para la integridad y la transparencia en la gestión del agua. El sector del agua en muchos países de la región se caracteriza
por intervenciones estatales sectoriales – si es que existen. Esto es, que cada organismo público tiene una mirada propia y atribuciones particulares, lo que produce descoordinación institucional.
Por otro lado, encontramos países que han regulado en forma eficiente el sector, pero fallan en la etapa de implementación de los modelos. De aquí que la calidad institucional en la gestión del agua sea relativamente baja.
De los casos de estudio presentados, en mayor o menor medida, se observa que los países de la región han incorporado progresivamente los instrumentos internacionales de promoción de la integridad, pero al contrario de lo que se podría esperar, los niveles de percepción de corrupción son inversamente proporcionales a ese esfuerzo.
A partir de los casos de estudio de este trabajo resalta la baja sensibilización o conciencia que se tiene del problema de forma transversal en los países estudiados, donde, salvo escasas excepciones, el sector del agua no tiene particular relevancia en la lucha contra la corrupción.
De lo anterior se sigue que un área fértil para la lucha contra la corrupción en el sector del agua es la instalación de la preocupación en todos los niveles sociales. Esto implica la sensibilización de los
grupos tomadores de decisión (entes encargados de la política pública y reguladores), por la vía de la promoción (advocacy) de la integridad y la capacitación. Esta oportunidad debe ser extendida hacia otros grupos relevantes como empresas públicas y privadas, grupos de consumidores, organizaciones no gubernamentales que trabajen en el área de la promoción de la integridad. El mismo esfuerzo debe ser puesto en los organismos multilaterales que se involucran en el sector mediante préstamos (Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial y Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), puesto que si estos organismos pueden adoptar mecanismos uniformes de promoción y lucha en integridad significará una capa normativa y política adicional a la estrategia de control de la corrupción.
El proceso de sensibilización debe culminar con la adopción de compromisos públicos en los instrumentos de gestión sectorial, como el reconocimiento de principios que guíen la acción pública en instrumentos como las políticas nacionales de recursos hídricos, pactos de integridad, etc. En términos de sectores involucrados, la lucha contra la corrupción debe ser instalada en los sectores de agua potable y saneamiento, hidroenergía, riego y gestión ambiental. Todos ellos tienen influencia en el uso del agua en diversos grados y son igualmente proclives a la falta de integridad. Las empresas privadas deben ser incorporadas en este esfuerzo, pues la corrupción impone sobrecostos que disminuyen su competitividad (en el supuesto que deseen ser competitivas y la corrupción no les granjeé ventajas mayores). En materia legal, como hemos visto, los países de la región han ido incrementalmente adoptado instrumentos internacionales de lucha contra la corrupción. Adicionalmente, la mayoría de ellos ha incorporado normas sobre gobernabilidad (transparencia, participación, rendición de cuentas y acceso a la justicia), y adoptado a la gestión integrada de recursos hídricos como modelo de manejo de los mismos. Con todo, el nivel de implementación es dispar, por lo que en aquellos países en que la “cáscara” de gobernabilidad está presente suele resultar solo un efecto “cosmético” de compro miso. Este efecto es extremadamente dañino, pues transforma la lucha contra la corrupción en un discurso vacío de real impacto, generando desafectación por el mismo entre quienes buscan erradicar el flagelo de la corrupción. De aquí surge la necesidad de intervenir no solo en la promoción y adopción de normas contra la corrupción, sino que además se debe idear un mecanismo de
seguimiento de los procesos de implementación, como por ejemplo auditorías y comparaciones entre instituciones implementadoras (benchmark).
Si se toman los casos de estudio como una muestra más o menos representativa de lo que sucede en América Latina es posible concluir que la región es un campo fértil para la promoción de la integridad en el sector del agua, no solo como una posición ética sino que también como una herramienta que permita mejorar el desempeño de la gestión del agua a nivel particular en cada uso del agua sea local, nacional y regional. A fin de optimizar las oportunidades identificadas en los 8 casos de estudio, se evidencia la pronta necesidad de apoyar fuertes procesos de desarrollo de capacidades, incluyendo desarrollos en los niveles de política pública y normatividad. En cuanto al desarrollo de capacidades, habría que tener en cuenta:
1. Impulsar la capacitación en gestión integrada de recursos hídricos, incluyendo la dimensión de la integridad, en todos los niveles y sectores, siendo que la GIRH se constituye en una ventana de oportunidad para la gobernabilidad y la integridad del agua en la región.
2. Trabajo con sindicatos, organismos no gubernamentales, universidades para generar capacidades propias de control ciudadano de la corrupción y hacer responsables a los funcionarios públicos que se aparten de la ética de la integridad.
3. Realizar jornadas de capacitación a los Poderes Judiciales y las unidades especiales sobre las particularidades de los delitos funcionarios que se relacionen con la corrupción en el sector hídrico.
4. Promover el encuentro de la mayor cantidad de sectores nacionales relacionados con el agua de modo de producir una visión compartida de cuáles son las medidas aquí recomendadas (y otras) que urgen ser adoptadas, y así priorizar la acción de integridad conforme a cada realidad nacional.
Objetivo El objetivo general de este trabajo consiste en apoyar un programa de desarrollo de capacidades para la integridad del agua en América Latina. Un mapeo y una breve evaluación de los procesos relacionados con la integridad, transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas (accountability) en el sector del agua proporcionará un punto de entrada al tema, así como la identificación de socios potenciales. El mapeo de los procesos en curso, los actores relevantes y sus capacidades, debe ser visto como un primer paso hacia el desarrollo de un programa de desarrollo de capacidades para la integridad y transparencia en la región.
Metodología El informe regional fue realizado a partir de un equipo de autores que escribieron casos a nivel nacional en 8 países de la región:
1. Argentina: Amando Llop
2. Brasil: Daniela Nogueria
3. Colombia: Pilar García
4. Costa Rica: Lilliana Arrieta
5. México: Alejandro Tonatiuh Romero Contreras, Marta García Galván, Carlos Díaz Delgado
6. Perú: Mourik Bueno de Mezquita
7. Uruguay: Gabriela Pignataro
8. Venezuela: Diego Díaz Martin
La estrategia de elaborar de este informe regional dentro del marco de trabajo de LA-WETnet fue elegida como mecanismo para facilitar la apropiación local, la capacidad de respuesta la demanda, el acceso y uso del conocimiento local y el acceso a los grupos de interés y las instituciones que deberían formar parte en un plan de desarrollo de la capacidades en la región.
La selección de estos 8 países que forman parte del informe regional responde a: i) las demandas e interés demostrado por los miembros de LA-WETnet a nivel de país para participar en este desarrollo; ii) la representación equilibrada y la cobertura a nivel regional para toda América Latina; iii) la pertinencia temática y la capacidad de reproducción y liderar un proceso de desarrollo de capacidades La selección de los países tuvo en cuenta:
• Los países más grandes como Argentina, Brasil, y México, que cuentan con redes de desarrollo de capacidades a nivel país: ArgCap-Net, Cap-Net Brasil, y REMERH.
• Costa Rica en América Central, país en dónde está basada el Secretariado de REDICA, y teniendo en consideración que Costa Rica es reconocida como país altamente desarrollado en términos de las prácticas democráticas y la protección del medio ambiente en América Latina y las lecciones en este sentido pueden ser compartidas en toda la región como herramienta de aprendizaje.
• Uruguay como país de menor tamaño en el Cono Sur. Uruguay presenta un caso interesante basado en el plebiscito libre de consultar a la población sobre los problemas del agua en donde el 64% de la población votó a favor de considerar el agua como un derecho humano y para mantener el suministro de agua en áreas públicas. Este proceso participativo realizado en el 2004 fue único en su tipo en la región.
• Perú y Colombia como países andinos. Los miembros de LA-WETnet en Perú (Centro Bartolomé de las Casas) y Colombia(Universidad Externado) están profundamente involucrados en la creación de capacidades para la GIRH, incluyendo temas como la integridad del agua y enfoque de derechos humanos.
• Venezuela , un país que presenta un interesante proceso de gobernabilidad del agua dado por las reformas políticas que tiendan a una mayor centralización, mientras que otras leyes e instituciones del agua tienen temas pendientes (como sus reglamentos) y muestran contradicciones con esta tendencia de centralización.
Como parte del desarrollo de este informe se realizó un encuentro de trabajo en la Universidad Externado de Colombia, del 15 al 17 de mayo de 2013, con los siguientes objetivos:
• Presentar los avances de los 8 casos de estudio nacionales
• Conocer experiencias relacionadas con procesos y proyectos sobre integridad del agua
• Identificar a los grupos meta, temas centrales, y socios potenciales para un plan de acción sobre integridad del agua en América Latina
• Revisar el manual sobre integridad del agua de Cap-Net, SIWI, WIN, WaterNet e identificar aspectos que deban ser adaptados para su mayor relevancia en América Latina
• Iniciar el diseño de un plan regional de desarrollo de capacidades para la integridad del agua en América Latina
Enfoque Los casos a nivel nacional presentan una descripción de cómo la integridad, la responsabilidad, la rendición de cuentas (accountability), y la transparencia se están promoviendo en todos los componentes relevantes del sector del agua, tales como proyectos de infraestructura, adquisiciones y contrataciones, suministro de agua y saneamiento, gestión de recursos hídricos, organizaciones de cuenca, y otras áreas relevantes.
Así mismo, los casos también ofrecen un acercamiento a las organizaciones del sector, y otras, que no están directamente percibidas como organizaciones del sector del agua, que estén trabajando activamente las temáticas de integridad y transparencia. Tanto los casos como el presente informe regional se basan en un enfoque positivo y de oportunidades, procurando identificar los puntos de entrada para el desarrollo de capacidades para la integridad y la transparencia en la gestión del agua. El informe no pretende ni tiene como objetivos denunciar espacios, prácticas, o niveles de corrupción, sino describir el escenario regional destacando los aspectos favorables, las instituciones, mecanismos, y grupos de interés que están posicionadas para contribuir a una mayor transparencia