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ANÁLISIS SEGÚN SERVICIOS DE SISTEMAS HÍDRICOS EN UN CONTEXTO DE CAMBIO CLIMÁTICO Y VARIABILIDAD CLIMÁTICA


Aunque el primer paso para la adaptación al cambio y la variabilidad climática es sentar acertadamente las bases, i.e. avanzar hacia una gestión más integrada del agua, es claro que para la adaptación también se requiere promover “medidas de adaptación” prácticas y específicas, tanto a nivel de acciones individuales con usuarios del agua como aquellas dirigidas a influenciar políticas con los administradores del agua.
  • En la gestión del agua, se debe responder al riesgo y la variabilidad del clima con estrategias específicas. Moench y Stapleton (2007: 62) han identificado tres servicios que serán particularmente importantes para satisfacer las necesidades hídricas en un contexto de aumento de la variabilidad climática y la frecuencia de eventos extremos:
  • Almacenaje: la capacidad de amortiguar y atenuar fluctuaciones en la disponibilidad de agua.
  • Ejemplos: incrementar la capacidad de almacenaje, tanto en reservorios, como en forma de humedad en el suelo y en acuíferos, en resumen, “reducir la velocidad del agua que sale de una cuenca” (Van der Zaag, 2006).
  • Suministro: la capacidad de suministrar agua a todos los usuarios, en el momento oportuno, en la cantidad requerida y con la calidad necesaria, incorporando consideraciones de eficiencia y uso en la definición del “requerimiento”.
  • Ejemplos: gestión de la demanda (reducir el uso de agua) y/o reducir “pérdidas”.
  • Protección: la capacidad de evitar daños a medios de vida, infraestructura, ambiente, etc., cuando los sistemas hidrológicos fluctúan.
  • Ejemplos: control del agua (caro y a menudo arriesgado) y/o evitar el daño: “dando espacio al agua” (usando áreas protegidas como áreas de inundación, construir montículos de tierra, desarrollar agricultura tras la retirada de las inundaciones periódicas), planificación y diseño de uso de tierra e infraestructura, pronósticos climáticos a corto plazo (tres meses) y sistemas de alerta temprana.
  • La Figura 14 visualiza los nueve casos analizados alrededor de estos tres grandes grupos de servicios. El conjunto constituyó una buena combinación de experiencias, puesto que permitió cubrir los tres ejes de adaptación a la variabilidad y los riesgos climáticos en cuanto a recursos hídricos se refiere (ASOCAM, 2008b: 7).
  • Los casos: Lagunas multipropósito en Mojocoya, Chuquisaca, Bolivia, sistematizado por ATICA y Concertar-Intercooperation, y Represa y sistema de riego Ch’iyara Qhochi, Cochabamba, Bolivia de CIPCA son similares en su planteamiento. Ambos tienen un componente de almacenaje del agua para redistribuir su uso de forma intranual, combinado con la construcción y operación de sistemas de uso del agua (suministro), con un fuerte énfasis en riego. En ambos casos, el método de riego actual es por superficie, lo que deja abiertas posibilidades de reducir la demanda y las pérdidas a futuro. La diferencia está en la escala, en la forma de manejo de los reservorios: en Ch’iyara Qhochi la represa alimenta a un sistema de riego de mediana escala (180 ha) y está bajo manejo de la organización. En cambio, las lagunas multipropósitos son familiares y su difusión es amplia: se construyeron 264 lagunas entre 1998 y 2007.
Figura 14. Los casos ubicados según los tres servicios de sistemas hídricos frente a CC&VC
  • El caso del sistema de riego Píllaro, Tungurahua, Ecuador, trabajado por CESA, está orientado a incrementar el suministro de riego para los agricultores de la zona. La intervención contiene elementos también de gestión de la cuenca (zona de páramo) y del agua (se busca acuerdos de redistribución de acceso al agua entre usos de intereses divergentes), pero su orientación principal es el suministro de agua de riego, en parte, con tecnología de riego por aspersión.
  • Se nota que varios casos buscan o tienen el potencial de combinar los servicios que brinden los sistemas hídricos.
  • Los cuatro casos:
• Reservas de Patrimonio Natural, Santa Cruz, Bolivia, de ICO;
• Protección y gestión de manantes, Cusco, Perú, de MASAL;
• Manejo y conservación de suelos en áreas degradadas, Cochabamba, Bolivia
• Franjas de seguridad para la recarga de acuíferos, Cochabamba, Bolivia, ambos de PROMIC
  • Están orientados a mejorar la capacidad de almacenaje y regulación de las cuencas receptoras de agua, promoviendo la protección de la cobertura vegetal natural, que mejora la capacidad de infiltración de los suelos, alimentando los acuíferos o manantes locales. Los casos: Manejo y conservación de suelos en áreas degradadas, Cochabamba, Bolivia, y Protección y gestión de manantes, Cusco, Perú, de MASAL, también incluyen obras físicas como zanjas de infiltración, terrazas y bancos. Con una mayor intensidad de la lluvia relacionada al CC&VC, la protección del suelo contra la erosión hídrica se vuelve fundamental. En conjunto, estos casos buscan reducir la velocidad de escurrimiento e incrementar el tiempo de permanencia del agua en una cuenca.
  • Varios de estos casos también combinan elementos de promoción de la normatividad local para la protección y la reforestación, tanto mediante el control social de los pobladores como de la regulación formal por parte de los gobiernos locales, y el desarrollo de capacidades locales (especialmente el caso de Protección y gestión de manantes, Cusco, Perú, de MASAL).
  • La propuesta de Franjas de seguridad para la recarga de acuíferos, Cochabamba, Bolivia de PROMIC, además de este énfasis sobre almacenaje, contiene un claro elemento de protección, vía la planificación y el establecimiento de normas locales y municipales sobre el uso de zonas de drenaje natural, que se encuentran dentro de áreas de expansión urbana.
  • Del mismo PROMIC, el caso de gestión de riesgos de inundaciones en el municipio de Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia, también es un claro ejemplo de protección. La metodología de planificación territorial del municipio, caracterizada por el uso de herramientas como SIG y la participación y los conocimientos de la población organizada, permite identificar zonas y poblaciones de mayor riesgo de ser afectadas por inundaciones, para orientar mejor la preparación y la reducción de los riesgos. Los riesgos actuales de inundación seguramente se incrementarán con los efectos de CC&VC.
  • El caso del Foro de los Recursos Hídricos del Ecuador, trabajado por CESA, no se deja encajar en estos tres servicios que están directamente relacionados con el recurso agua, ya que es una propuesta que se dirige a la gestión pública del agua a nivel nacional principalmente. Sin embargo, es fundamental sentar las bases para lo que podría ser una gestión más preparada para cualquier cambio.


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Upper-basin carnation fields
Modelling a More Equitable Water Future in the Andes - See more at: http://waterandfood.org/2013/10/04/modelling-a-more-equitable-water-future-in-the-andes/#sthash.dk7fDvQa.dpuf

In the CPWF Andes project Mechanisms for benefit sharing to improve productivity and reduce conflicts for water in the Andes (COMPANDES), ecosystem services is the lens through which we design mechanisms to better share the benefits of water. These mechanisms range from relatively simple payments for ecosystem services schemes, like the proposed Daule Water Fund in Ecuador, through complex negotiations between a variety of stakeholders in basins with conflicts over water use and management, such as the Coello-Combeima in Colombia. In the former, a benefit sharing mechanism (BSM) is being put into place but the Water Fund needs to know how to invest resources to improve water quality and reduce soil erosion and sedimentation in the basin. In the latter, a discussion needs to take place in which a range of stakeholders are supported in developing hydro-literacy in order to negotiate a sustainable and equitable BSM for water, avoiding current conflicts.

Ecosystem Services for Agriculture

Agriculture and hydrological ecosystem services (HES) interact closely because agriculture uses a range of HES including water quantity, quality and regulation services. Agriculture also impacts HES by: (a) consuming water through transpiration that is then no longer available to downstream users, in the process providing food; (b) affecting the quality of water through the effects of fertiliser, herbicide, pesticide, manure and soil washed away in runoff; (c) affecting water regulation (in storms and during the dry season) by changing soil structure with consequent effects on infiltration rates and runoff generation.

Upper-basin carnation fields

The interaction between agriculture and ecosystem services varies spatially with biophysical characteristics and agricultural practices and temporally with weather and climate. Upstream areas influence properties and processes downstream and the impact of an intervention depends not only on the intervention but also precisely where and when it is applied. The scale of impacts depends upon not only the distribution and scale of interventions in relation to the biophysical and agricultural context of their sites of application, but also the behaviour of areas upstream and the distribution of beneficiaries (or dis-beneficiaries) of the resulting changes in ecosystem services downstream. This is complex stuff and the only way to effectively capture this complexity is by building and applying spatial models, driven by spatial data and applied to understanding scenarios for interventions.

Models for Understanding Complex Links

One such model is the WaterWorld Policy Support System (called AguaAndes when used in the Andes). Other models are available; Bagstad et al (2013) review some 17 models focused on multiple ecosystem services. WaterWorld is a sophisticated gridded spatial model of hydrological ecosystem services that can be applied at 1-square-km or 1-hectare spatial resolution anywhere using global datasets that are provided with the model. The model is web-based and easily used and has been applied in many of the CPWF and CGIAR Research Program on Water, Land and Ecosystems basins. It provides a spatial assessment of baseline ecosystem services and allows the development of scenarios for climate change, land use change, and land and water management associated with agriculture. The impacts of these scenarios on HES and the beneficiaries of HES are calculated relative to the baseline. The system is also coupled with the Water Evaluation and Planning (WEAP) tool to allow assessment of effects on water allocation.

Coello Basin, Colombia: Hydro-Literate Negotiation of Benefit Sharing

WaterWorld and WEAP have been applied in the Coello basin of Colombia in order to develop hydro-literacy in stakeholders and compare the impacts and beneficiaries of a range of scenarios for change that might be supported by a BSM. We looked at the impact of proposed mining activities and how the benefits from this activity might be used to reduce those impacts by investing in conservation, eco-efficient agriculture and management of livestock wastes. The impact of mining is intensive but limited in area, while the impact of agriculture is extensive but less intensive. BSMs that share the benefits of water used and contaminated in mining operations can support investments in agriculture that can go a long way to improving the water, land and ecosystems in this basin. Power is power (and that usually has to do with money) but knowledge helps where there is a mechanism like Colombia’s citizen call to action (in Spanish conversatorio de acción ciudadana, CAC) that gives stakeholders a seat at the table.

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Areas of reduced erosion (% of baseline) after afforestation of the areas in which afforestation most reduces erosion (data from www.policysupport.org/waterworld)


Daule Basin, Ecuador: What to Do, and Where?

In the Daule basin of Ecuador WaterWorld has been applied alongside the Natural Capital Project’s RIOS tool to optimise BSM-supported land use and land management investments in the catchment to reduce the impacts of continued agricultural expansion on water quality, soil erosion and sedimentation. The Daule basin supports Guayaquil—Ecuador’s second largest city with a population of around 3.75 million. The basin has seen significant deforestation for agriculture and this has impacted downstream populations. A water fund is proposed and is being designed and negotiated with stakeholders.

In a The Nature Conservancy-led and COMPANDES supported consultation with stakeholders, we defined the types of intervention that might be funded by the BSM as supporting farmers to put their land under forest (AFF), protect existing forests, investing in sanitation (SANIT) and investing in eco-agricultural techniques (ECOAG). We ran scenarios for afforestation across the entire basin and identified the change in the ecosystem services of interest with afforestation for each pixel. RIOS then allowed us to define areas in which the investment can be funded by identifying those that can be afforested with the available budget, and which will have the maximum benefit on the ecosystem services received. WaterWorld was then used to apply these investment scenarios and examine the benefit, the area that benefits and the number of people that benefit (see table). It is difficult to achieve large-scale impact with limited resources for investment but better to invest wisely on the basis of knowledge and data than to gamble on guesses.

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Impact of optimal resource investments on catchment level benefits. NA means investment has no modelled impact on this objective.

La Paz/El Alto – Built vs. Green Infrastructure Alternatives

The water system for La Paz and El Alto in Bolivia is failing as the provision of water services falls well below demands, particularly in El Alto. Here, modelling was part of the process for identifying the performance of different possible management adaptations to resolve this failure. The process included social network analysis, scenario development, hydrologic and integrated water resources analysis, and use of technology for data management and visualization and decision science. The strategies identified included new storage alternatives, conservation in headwater meadows, and reductions in losses in urban and irrigation distribution systems.

A WEAP model was used to represent the region’s hydrology including glaciers and the current water system distribution and allocations. Reliability of supply within agricultural vs urban users under the full range of plausible future conditions were compared, based on policy objectives set by local planners. Using data mining and visualization techniques, we compiled a large dataset and shared the results with the focal group. Their preferred, robust and integrated alternatives identified were selected for further analysis and design towards infrastructural investment.

Making the Most of Models

Models are learning tools. They stitch together data with knowledge of process and make the data accessible and useful. Models allow users to ask questions of data and knowledge. They act as a scientist does, storing and manipulating data, combining it with coded experience and knowledge and producing an answer. They are usually more consistent than scientists and sometimes cheaper and more accessible, but they do reflect the partial nature of scientific knowledge, the paucity of data that exists for much of the developing world and the opinions and biases of their developers.

There are few rules of thumb in agricultural research. Most interventions will have completely different effects when applied in different settings. Spatial models allow the combination of general knowledge of processes with specific knowledge (data) on place, which means they can be used to better understand what will work where and move away from an one size fits all mentality. This is important if sustainable intensification supporting poor farmers and the environment is to be realised at impact-relevant scales. Models should be used with caution, but they should be used.

Mark Mulligan is Reader in Geography at King’s College London and senior fellow of UNEP-WCMC. He led the CPWF Basin Focal Project for the Andes and the CPWF Phase II COMPANDES Project as well as cross-basin analyses of Water Availability and Climate Change. COMPANDES is funded by the CPWF and brings together KCL, SEI, UNAL and WWF-Colombia. It is led by Mark Mulligan and coordinated by Jorge Rubiano


La GIRH: una meta elusiva en América Latina
Axel C. Dourojeanni Ricordi



Convengamos que, hoy en día, todos estamos a favor de los enfoques “integrales” y “holísticos” para conducir los procesos de toma de decisiones. Aplicada a la gestión del agua nace el enfoque de Gestión Integrada del Agua (GIRH), una evolución del enfoque de gestión multisectorial del agua más orientado a darle más de un uso a las obras hidráulicas y ahorrar dinero. Esta visión ha venido para quedarse sobre todo en las declaraciones de política hídrica y leyes, debates y libros. Estamos todos a favor del GIRH aun cuando muchos de nosotros no sabemos verdaderamente que es y sobre todo como se puede aplicar. A eso le agregamos ahora que esta meta se debe alcanzar por cuenca. Yo lo he promovido así durante años y sigo siendo creyente del enfoque pero entre los deseos de buena voluntad y la realidad hay un abismo aun difícil de superar.


Estamos ciertamente complacidos con la definición de GIRH, dada por el Global Water Partnership (GWP) y tenemos muchas esperanzas de que dicho enfoque sea un orientador de las acciones. Así en el manual para la Gestión Integrada de Recursos Hídricos en Cuencas, patrocinada por el GWP y la Oficina Internacional de la Red Mundial de Organismos de Cuenca, en el cual tuve ocasión de participar, señalamos que la GIRH debe servir para:

“Ayudar a administrar y desarrollar los recursos hídricos en forma sostenible y equilibrada, teniendo en cuenta los intereses sociales, económicos y ambientales. Reconoce los diferentes grupos de interés que compiten entre sí, los sectores que usan y abusan del agua, y las necesidades del medio ambiente. El enfoque integrado coordina la gestión de recursos hídricos en todos los sectores y grupos de interés, y a diferentes escalas, desde la local a la internacional. Pone énfasis en la participación en los procesos nacionales de formulación de leyes y políticas, estableciendo una buena gobernabilidad y creando acuerdos normativos e institucionales efectivos que permitan tomar decisiones más equitativas y sostenibles. Toda una gama de herramientas, tales como evaluaciones sociales y ambientales, instrumentos económicos, y sistemas de información y monitoreo, respaldan este proceso”.

Las Naciones Unidas, en Banco Mundial, el BID y la OECD por citar solo algunos organismos internacionales, respondiendo a mandatos, fomentan que este enfoque se aplique en América Latina. Siempre optimistas1, cada cierto tiempo contratan consultores para determinar “el estado de avance se la GIRH en los países de América Latina”. Estos dan una vuelta por los países de la región y en base a algunos indicadores; por ejemplo si este enfoque forma parte de las políticas de cada país, si se formulan planes por cuenca y mejor aun si hay consejos de cuenca creados para gestionar el agua por cuenca; afirman que tal o cual porcentaje de GIRH está siendo alcanzado en los países de la región. En todo caso los resultados de estas evaluaciones no duran mucho dado los cambios profundos que ocurren a cada instante en algunos países de la región en materia de políticas públicas y los sistemas de gestión del agua.

Mi experiencia por ello no da un resultado muy optimista en que estamos en camino a la GIRH pero no descarta los esfuerzos y la experiencia acumulada. Para empezar se supone que alcanzar metas de GIRH exige tomar decisiones de intervención coordinada en un medio compartido por miles de actores, como es una cuenca y sus aguas, que deben primero consensuar una visión común de lo que desean lograr. Es una afirmación simplista pero creo que efectiva ya que da idea de la magnitud de la tarea y nos deja la responsabilidad a nosotros. Poner de acuerdo muchas personas es una tarea muy complicada. Para lograr dicha coordinación debe haber no solo una visión acordada si no también una organización capaz de tener los poderes de coordinar tales intervenciones en cada cuenca y hacer respetar en sus decisiones. Eso en América Latina y en el mundo entero no es fácil. De hecho en general nunca se sabe quien gobierna a quien en la gestión del agua y por otro lado aun sabiendo el efecto de las intervenciones en el medio ( no se necesita un enfoque GIRH para saber los principales efectos) seguimos haciendo lo que NO se debe hacer.


Para empezar los países de la región tienen zonas y cuencas completas donde no existe la presencia del estado o simplemente no se aplica ninguna práctica de gestión coordinada de las intervenciones debido a su aislamiento. En esos lugares gobierna la intervención descontrolada tanto de los sectores formales como informales. Algo se defiende el medio cuando la intervención debe pasar por el estudio de impacto ambiental y en forma muy reciente por la consulta con los habitantes del lugar pero ello es un beneficio indirecto para el agua, si alguno. Inclusive si el estado considera instalar el sistema de gestión en estas cuencas no puede encontrar personal calificado dispuesto a hacerse cargo de la autoridad local de agua en zonas aisladas, con salarios bajos y sin equipamiento adecuado. Algunas iniciativas locales y ONG,s suplen a veces esta deficiencia, al menos en parte.

En segundo lugar las propias dependencias del estado intervienen en las cuencas y sobre el agua sin coordinación, para bien o para mal. En una sola cuenca puede haber muchas intervenciones de organismos públicos en materia hídrica sin haber hablado entre ellos. El que hace las veces de Autoridad de Agua se ve sobre pasado por decisiones de intervención en las cuencas y sobre el agua decididas por diferentes instituciones, ministerios y entidades, alcaldes y empresas públicas. No se incluyen los privados legales o ilegales si no solo decisiones de organizaciones del estado que no se coordinan. Las múltiples comisiones interministeriales de coordinación con relaciones al agua, regionales o nacionales, usualmente son figuras decorativas que mueren al poco tiempo de nacer.

En tercer lugar el análisis de las propias “autoridades” del agua deja mucho que desear en varios países por múltiples razones: el mayor obstáculo es la carencia de continuidad en la gestión. Así muchas autoridades de agua se cambian con frecuencia y muchas autoridades son improvisadas que no conocen del tema. Esto aunado a una carencia de personal calificado estable es desastroso. Paradójicamente si es solo un buen técnico entonces tiene poco peso político para hacer valer sus decisiones frente a otros ministerios, gobiernos regionales y locales, decisiones que además deben sostenerse en un esquema de participación efectiva. El otro aspecto es el usual financiamiento escaso que tienen las organizaciones para la gestión del agua. Ello atenta contra el equipamiento, conocimiento, estabilidad del personal y otros y por último es la carencia en la región de una verdadera fiscalización del cumplimiento de las decisiones, policía del agua en Francia (control de extracciones, control de contaminadores, cobranzas etc).

En cuarto lugar, y no menor, es la incipiente y variada gama de modalidades de organización de gestión del agua por cuencas que se están estableciendo en la región casi ninguna con todos los atributos necesarios para hacer su tarea. Unas son organizaciones solo para la gestión del agua y otras para el manejo de cuencas. Algunas aun no pasan de ser un “Consejo” o “Mesa” de Recursos hídricos o Agua, de carácter consultivo, sin apoyo de una secretaría técnica o agencia de Agua de la Cuenca. Otras, un poco mejor, tienen una secretaría pero esta es parte y dependiente de la Autoridad del Agua y por lo tanto el consejo no siente que toma decisiones (México). Otras organizaciones por cuenca son más avanzadas y disponen de Comités, Agencias y capacidad de cobranza, (solo algunas en Brasil tienen capacidad de cobrar). En general en toda la región hay avances y retrocesos constantes en estas iniciativas.

América Latina sigue siendo un laboratorio de ensayo de todo tipo para establecer sistemas de gestión del agua. Hay o ha habido todas las variantes de gestión del agua posibles a nivel nacional y de cuencas. Hoy a nivel nacional el esquema mas centralizado y de alto rango de gestión del agua es el de Ecuador (Secretario con rango de Ministro de la Secretaría Nacional del Agua) aun cuando con cambios continuos en la jefatura; Autoridades Nacionales del Agua como en Perú pero dependientes del Ministerio de Agricultura y Riego; Consejos de Cuenca en México que cubren todo el territorio pero con sus secretarías dependientes de la Autoridad Nacional aun cuando denominadas “Organismos de Cuenca” y así sucesivamente. La historia en todos los países refleja un sinnúmero de vaivenes en sus organizaciones para la gestión del agua que reflejan una gran indecisión.

En la región se tienen éxitos en actividades para mejorar la gestión del agua y muchos. En general o son aislados o no tienen duración suficiente. En la creación de organizaciones y sistemas de gestión de agua ha habido muchos avances que han tenido un efecto positivo en la gestión del agua; no digamos que llegaron a la GIRH pero si tenían una tendencia a hacerlo: Hay registros de gestión por cuenca desde la época de las Corporaciones y Comisiones de Cuenca (década del 40 , 50 y 60). En algunas épocas entidades como la OEA y las NNUU apoyaron estudios por cuenca y formulación planes por cuenca, en países como el Perú existía la ONERN hacía estudios cuenca por cuenca ( hoy desaparecida) , en forma mas reciente los estudios por cuenca y planes los ha financiado el GEF para cuencas transfronterizas.

Algunos de estos éxitos aplicados fueron esporádicos como la creación del CG Paute con apoyo financiero de la Comisión Europea (Consejo de Gestión del río Paute en Ecuador, con Secretaría Técnica incluida) y otros que duran algunos años creados con apoyo de la AID (Programa Nacional de Manejo de Cuencas que duró 28 años en Perú) y otros que están siempre sujetos a perderse. La regla en los países de la región en materia de iniciativas de gestión del agua es que a) que cuanto más éxito tiene un programa más riesgo de ser ambicionado políticamente y por ende condenado a desaparecer. b) Cuando hay apoyo financiero externo aun en pequeñas sumas, el programa tiende a ser protegido por que actúa como catalítico.

Hay cientos de avances de escalas locales y regionales, como la creación de fondos de agua patrocinados por TNC, recuperación y protección de algunos humedales, Drenaje y Recuperación y de tierras salinizadas, manejo de algunas cuencas entre cientos de otros programas y proyectos que tuvieron mucho éxito. Varios sin embargo han desaparecido2. Casi ninguna iniciativa de intercambio de experiencias parte de los mismos países a no ser que reciban financiamiento externo. Chile al respecto es una excepción al haber financiado con su propio presupuesto misiones de prospección a algunos países como México y Australia.

El mayor obstáculo en todo caso es la carencia de continuidad del personal e inclusive de la institucionalidad a cargo de la gestión del agua desde el nivel nacional al local. La pérdida de memoria institucional es asombrosa. Casi nadie lleva registro de las acciones realizadas en el pasado. En resumen, la búsqueda de la fórmula más adecuada para gestionar el agua sigue siendo elusiva en los países de la región por todos los aspectos brevemente señalados. Tenemos todos los ingredientes para tender a la GIRH ... pero aun no hemos podido potenciarlos y sobre todo conservarlos.

1 Digo esto porque estando a cargo de la Dirección de Recursos Naturales y Energía de la CEPAL se nos solicitó hacer un informe del avance de la aplicación del “Plan de Acción de Mar del Plata” realizado en 1977 en Argentina. Eso era unos 5 años posteriores. Resultado: en prácticamente ningún país alguien sabía o se acordaba del Plan. Habían participado Ministros (del Perú un Marino que ejerció de Ministro de Vivienda y Construcción) y Autoridades de Agua que hacía rato habían salido del puesto. El optimismo de que se aplicaba el Plan de Acción era superior a la realidad. Me imagino que lo mismo debe ocurrir con los resultados de los foros mundiales aun cuando estoy a favor de que se lleven a cabo dado que así el tema del agua aparece en la agenda. Creo que más efecto aun lo causan los cambios en el Clima. ¡Una sequía prolongada ayuda mucho más a las autoridades de agua a recibir fondos y atención que las conclusiones de un evento!
2 Hasta hace algunos años atrás en la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) se hacia el seguimiento de cerca de todos estos avances. Hoy en esta institución y otras del sistema de la ONU se han eliminado los puestos de funcionarios dedicados a estas tareas. Hay algunos aportes como el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); de la Comisión Europea por vía de la Red Latinoamericana de Centros de Conocimiento de Gestión de Recursos Hídricos (RALCEA) o de la Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua (CODIA), que siguen apoyando en intercambio de experiencias vividas en la región.

Managing buried treasure across frontiers: the international Law of Transboundary Aquifers


En los últimos años, los acuíferos transfronterizos han recibido una atención creciente en numerosos círculos de formulación de políticas y la negociación. Esta evolución sugiere una evolución en el derecho internacional consuetudinario de los acuíferos transfronterizos. Este artículo examina los acuerdos y declaraciones relacionadas con la evaluación, el uso, la distribución y la protección de los recursos hídricos subterráneos transfronterizos internacionales recientes e identifica las tendencias legales que surgen de estos instrumentos. El artículo considera también las lagunas y deficiencias en el régimen normativo emergente y ofrece recomendaciones para el futuro desarrollo de la ley.
(De la traducción: Google traductor) 

http://www.tandfonline.com/na101/home/literatum/publisher/tandf/journals/content/rwin20/2011/rwin20.v036.i05/rwin20.v036.i05/production/rwin20.v036.i05.cover.jpg
Se trata de uno de los trabajos premiados por el AIREH "Best Paper" Agua de 2011.
Puede revisar o descargar en el siguiente enlace:
http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02508060.2011.598642#.Uk9a8xAqLwh 

 

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